Los españoles están jugando con fuego. Durante 40 años, tras la muerte de Franco en 1975, levantaron un gran país. Puede que en el futuro comiencen a perderlo.
No fue sencillo ni perfecto, pero los españoles lograron la proeza de pasar pacíficamente de una dictadura de partido único a una democracia liberal, mucho más abierta y riesgosa, que a veces parecía imposible que cristalizara.
El problema que entonces se planteó encarnó en una disyuntiva: "ruptura o reforma". Los españoles escogieron ambas. Hubo una ruptura política total y una reforma económica parcial.